Hombre guapo


Blanco.

Blanco hasta las estalactitas.

Duro.

¿Leo una película de Liv Ullman en tus ojos o es un espejismo más a causa de mi empacho de arena?

No tenemos tiempo.



Me duele la cabeza de tus tirones de pelo. Marilyn, despeinada y roja; tienes ganas de pelea. Y a mi me has puesto blando como un saco de boxeo.

Me he visto forzado a pedir fiesta y re-evaluar la situación.

Tengo un amigo que se ha ido a pasear por Mipanas para poder coger distancia. Creo que voy a pedirle un hueco en su casa sin techo.

No hice una tregua para encontrarme con alguien como tú.


Blanco.

Blanco hasta el techo de la cueva.

Me has enseñado tu mano y he tenido que descartar un par de cartas y coger un par del montón al azar para continuar la partida.

Porque a estas alturas me tienen que echar del casino, no lo dudes.

O mejor, dúdalo.

Wishful. Sinful.

No tenemos tiempo.

Y si me declaré en huelga fue para quedarme en blanco.

Blanco.



Apenas una mancha de tinta, del sudor de tu espalda. Una mota en un lienzo recién desprecintado.

Y si mi apunté al paro fue por los cursillos para quedarse en blanco.

No tenemos tiempo para que te exprima.

Y blancos nos quedaremos.















(fotografías de Mark Wallace)

Mi dulce poco de chocolate



Luisa Matienzo es ese tipo de productoras de cine que a uno le devuelven la confianza en la industria. Kamikaze, valiente, hedonista, hace cine porque le gusta el cine y produce las películas que sueña ver. Punto pelota.

Independiente, si es que se puede serlo en este oficio.

Me he encontrado con mucho cabrón suelto que se llama a si mismo "productor", me he encontrado con gente muy maja que levanta películas, y luego me he encontrado con Luisa, que es una amiga, una socia y alguien a quien admirar y de quien aprender mucho. La verdad es que, tras una década tratándola, puedo decir que mucho de lo que he aprendido del hecho práctico y emocional de hacer cine ha sido con ella.



Hace poco más de un año, recién mudada a Barcelona, en su piso de La Rambla aún a medio hacer, me contaba como se había enamorado del proyecto de un joven director de cortometrajes llamado Aitzol Aramaio, cierto guión basado en cierta novela llamada "Un tranvía en SP", y de como le gustaría producirla con Héctor Alterio, Julieta Serrano y Daniel Bruhl como los protagonistas. Aún no había hablado con ellos, pero estaban en la película que ella y el director visualizaban.

Y el fin de semana que viene la estrena. Se titula "Un poco de chocolate" y promete ser una peli con dos características que raramente se suelen combinar: Una peli feel-good. Y una peli rara.



A esta le tengo ganas. A la peli, digo.

Rebelion en las aulas

Por la razón que sea, duermo en un instituto.

Es un lugar grande y gris, espacioso y sucio, como en el que cursé octavo en New York, personal pero ajeno.

En un pasillo tengo mi colchón y mis cuatro cosas: libretas, CD’s…

Voy a ese instituto como alumno.

Llegan los otros alumnos, hay un grupo que los lidera, son una masa uniforme, y deciden destrozar el centro.

Entran en las clases y las pulverizan divirtiéndose, y las profesoras se asustan y lloran, y lo van jodiendo todo, y yo pienso que esto es una locura pero no seré yo quien les vaya a parar.



Corro para salvar mis pertenencias, los líderes de la revuelta me ven y hacen que todo el grupo, infinito grupo, me persiga. Yo tengo que demostrarles que tambien soy de los suyos, así que empiezo a destrozar cosas también.

Llego al pasillo donde está mi casa y compruebo que todo está devastado.

Mi colchón está doblado sobre sí mismo. Un niño pequeño lo vigila. Me dice que no me preocupe y abre el colchón, dentro ha guardado todas mis pertenencias, sanas y salvas.

Le abrazo y empiezo a llorar.








(sueño de Junio del 2001)

El decalogo de esta primavera

"Nunca estuve en Italia. Así que tuve que dedicarle una canción para poder conocerla."

Boris Vian.



I

La culpa es un sapo vanidoso.


II

Cada instante brota un giro hecho expresamente para cambiar irremediablemente el instante anterior.



III

Gracias a las mentiras, he dejado de comprenderlo todo.



IV

De vez en cuando hago inventario de las puertas que he abierto durante el dia y de cuantas siguen abiertas.

Lo importante es que haya corriente. Lo importante es que no se aposenten los humores de los restos de la fruta del licuado de ayer.


V

¿Como le explicas el significado del "cero" a tu hijo?



VI

Todo el mundo pide que jueguen al poker con sus cartas.

Es tan bueno saber decir "juego" como "no juego".



VII

¿Quién es más egoista?

¿Quien da mucho y pide mucho?

¿O quien no da mucho y no pide mucho?



VIII

Los vecinos de arriba van por un lado.

Los vecinos de abajo van por otro.

Oye, mientras todos paguen los recibos de la comunidad yo no me meto.



IX

Por cierto, a veces de marcar tanto tus cartas te llegas a creer que es que salieron así de fábrica.



X

Estoy absolutamente convencido de que si gozas de la paciencia suficiente, puedes ver salir por voluntad propia al tapón de corcho de una botella de champán.

La cuestión es que él se aburra antes que tú.







Ilustraciones de Dan McCarthy.

Sigan la pista a estos muchachos



En la foto, un servidor de stand-in de Carles Martinho, con Sergi Cervera




Los amigos de Boala Films empiezan a promocionar su primera serie de TV, Paradigma, el proceso de la cual he seguido con mucho interés y admiración, y os puedo decir que se han dejado la piel.

Sin hacer mucho ruido, en pocos meses, estos campeones han dado a luz un producto de TV atípico en aquest país petit, atreviéndose con temas y géneros que, por miedo o comodidad, los próceres del drama catódico catalán no suelen atreverse a tocar.





"...sense referents, el món esta podrit..."



Por cierto, he puesto mi grano de arena en este en-un-futuro-histórico proyecto con un pequeño monólogo que l@s ocios@s visitantes asidu@s al blog ya habreis podido leer.

Aquí teniu un petit tast del que serà Paradigma.