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La personalidad múltiple como identidad creativa

Según Susan Sontag en El País de ayer, en un escritor deben co-existir cuatro seres:



1. El Loco, el Obsesivo.



2. El Idiota.



3. El Estilista.



4. El crítico.

Mas razon que un santo

Atent@s, que no tiene desperdicio.

En el Público de hoy, respondiendo a la pregunta de por qué se hacen tan pocos thrillers en España, Agustín Díaz Yanes responde:

"Es un problema que tenemos entre vosotros y nosotros, la industria y la prensa. Entre todos hemos matado la posibilidad de rodar varios géneros en España. Hemos limitado a directores, actores y técnicos a que trabajen en una cinematografía encorsetada, complaciente, monotemática y jilipoyas: lo que llamo el cine de divorciados. Hemos metido nuestro cine en un embudo, y luego nos quejamos de que los espectadores no nos quieran. Así que no es de extrañar que cuando uno oye las palabras Thriller Español, de entrada no se lo crea, y tienes que ingeniártelas para no defraudarle."

Le preguntan, a continuación, cuál es la solución. "Debemos empezar a pensar que podemos hacerlo, simplemente".



De la gente de la industria con la que me he podido cruzar, Agustín es de los tíos más elegantes por dentro y por fuera. Normalmente intento que las fobias o filias privadas no se interpongan en mis gustos como espectador. Pero en este caso haré una excepción. Me muero de ganas de ver su última película porque pinta estupenda y también porque este hombre me cae de puta madre.









P.D.

Ya la he visto. Peste alta quien se la pierda.

Un malentendido exitoso





"L'amour est une névrose?

Sans fantasme, il n'y a rien. La seule question est: Est-ce que le fantasme vous empêche d'atteindre l'autre personne ou est-ce qi'au contraire il vous permet d'y accéder? C'est le fantasme qui fait la réalité, pas l'inverse. Le fantasme vous fait tomber amoreux de personnes qui vont sans doute ressembler à vos fantasmes. Et elles-mêmes ont des fantasmes. C'est pourquoi Lacan a dit qu'il n'y a pas de vraie relation humaine possible, que le rapport sexuel n'existe pas, car les fantasmes des deux partenaires sont trop éloignés de ce que chacun est vraiment. L'amour est la rencontre de deux fantasmes, c'est que Lacan appelle un malentendú réussi."



Hanif Kureishi, promocionando su muy prometedora nueva novela en el último número de Les Inrockuptibles.

Unas cuantas obviedades



"El cantautor vendrá este verano a actuar por Europa: conciertos acústicos, sólo él y su guitarra. Hay magia en ese formato, así que ninguna queja. Lo llamativo es que el artista cruzará el Atlántico con un séquito de 15 personas. De ellas, calculemos que cuatro trabajan directamente en los recitales; cabe imaginar que el resto viene de paquete, para divertir al cantante y hacer turismo a su cuenta.

Vale, no exactamente "a su cuenta": los promotores -los espectadores, finalmente- de sus conciertos pagarán sus viajes, alojamientos y estancias. Este autor ha firmado canciones ecológicas, incluyendo un bellísimo himno al Planeta Azul, pero no le importa multiplicar por tres la huella de carbono -el CO2 emitido- de su recorrido europeo.

¿Han escuchado a cantantes arremetiendo contra el cambio climático? Existen testimonios grabados, como Live earth (Warner), dos DVD y un CD que contienen actuaciones celebradas el 07-07-07. Muchos lucen poseídos por la ira de los justos, como pecadores recién convertidos en predicadores. Sólo que su "formación bíblica" parece limitarse a un visionado del documental de Al Gore.



Resulta enternecedora esa esperanza de que nuestros cantantes nos proporcionen pistas para resolver los grandes problemas del presente. No hay seres más despistados e ignorantes de la realidad que los triunfadores. De principio, se aíslan del resto de los humanos: se relacionan entre ellos mismos y, para el día a día, prefieren rodearse de lacayos. Su visión del mundo es tremendamente limitada: a veces, leen un periódico; generalmente, reciben sus noticias masticadas, vía televisión o Internet. En un altísimo porcentaje, ni siguen el devenir de la música en la que se desenvuelven. Tienden al egocentrismo y rechazan asimilar información que no apoye sus ideas preconcebidas. Y sin embargo, confiamos en que ellos aporten soluciones a cuestiones ajenas a su oficio.

Y mienten, mienten con infantil descaro, despreciando el detalle de que puedes acudir a otras fuentes. ¿Un ejemplo? Nunca jamás un cantante dará una cifra correcta cuando le preguntan por las ventas de un disco suyo: siempre lo inflará. La práctica es tan generalizada que la patronal de las disqueras, Promusicae, esconde esos datos para no dejar en evidencia a sus empleados de lujo.



Obviamente, todo eso no impide que un cantante tenga la facultad de cristalizar el zeitgeist, de perfilar esperanzas y temores colectivos. Prerrogativa misteriosa, al alcance incluso de vocalistas incapaces de articular una frase inteligente. Hasta que en 1984, Bob Geldof abrió la etapa de las declaraciones musicales gremiales con Band Aid. Un mecanismo para recaudar dinero, movilizar multitudes y, es legítimo, autopromocionarse. Una fórmula que viene degenerando. Ya no se necesitan canciones que iluminen: basta con que "comuniquen". Para llegar al máximo público posible, usan el mínimo común denominador.

Se acumulan los nombres famosos, cantando o simplemente figurando. Gente simpática, a la que igual queremos, haciendo cucamonas y felices de haberse conocido bajo la lámpara del Poder. Épica del progresismo bajo en calorías, de la complicidad tontorrona, del pragmatismo D'Hondt: si alguna vez simpatizaron por partidos minoritarios, hoy prefieren los que tienen potencial para ganar las elecciones.



Recordemos Yes we can, donde Will.I.Am, de Black Eyed Peas, encaja un parlamento de Obama con una base rítmica pedestre. La "canción" resultante es una (pobre) excusa para un clip donde desfilan ruiseñores, actores, deportistas, supermodelos y todo famosillo que se puso a tiro de cámara. Reducido a spot televisivo, habría funcionado como publicidad ingeniosa; con su cuatro minutos y medio, resulta anonadante en su vacuidad.

El vídeo revela involuntariamente la degradación general de creatividad. Hasta en el título: Yes we can remite automáticamente hacia Yes we can can (1970), vibrante canción de Allen Toussaint que habla del potencial de los humanos en comunidad, del respeto a las mujeres, del cuidado de los niños. Simplezas, sí, pero que pueden conmover, con la garganta adecuada. Eso es arte; lo otro, propaganda para convencidos."

Diego Manrique. El País, 17/03/2008



Ilustraciones de Banksy.

Permitidme tutearos, imbeciles



"Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas, analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros –aquí matizaré ministros y ministras– de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No quiero que acabe el mes sin mentaros –el tuteo es deliberado– a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.

Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana –que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural–, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones.

Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente –recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española–. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos». Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p'alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.

Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado."

Arturo Pérerz-Reverte, El Semanal 23 de diciembre de 2007

Con la musica a otra parte

"La cultura puede ser definida de varias maneras. En un nivel mayor, la cultura remite a la competencia específicamente humana de inventar universos; a otro, más concreto, la virtud no menos humana de especular con las formas -palabras, sonidos, colores, ideas, volúmenes...- y de producir con ellas realidades nuevas capaces de hacernos sentir y pensar. En cambio, hoy la cultura no es eso. La cultura es en estos momentos un mero instrumento de legitimidad política o simplemente puro mercado, o las dos cosas al mismo tiempo. Barcelona es un ejemplo de ello. Aquí, como es sabido, la Administración y todo tipo de fundaciones presuntamente filantrópicas han invertido grandes capitales en convertir la ciudad en una especie de parque temático cultural, compuesto de grandilocuentes instalaciones encargadas a arquitectos famosos y animado por todo tipo de fastos conmemorativos y acontecimientos protagonizados por artistas de renombre, capaces de proporcionar a los promotores "culturales", públicos o privados, beneficios económicos o políticos.



Es bien escaso el papel que se concede en ese escenario a la creación a ras de suelo, a la labor de quienes están investigando para generar formas inéditas y todavía no han llegado o se niegan a convertirse en dinero. Se repite con ello la maldición que afecta hoy a la producción cultural con poca cotiza-ción en el mercado o no industrializada, la que no tiene cabida en los museos y centros culturales insignia y no se vende en los grandes establecimientos de "ocio y cultura". Por una parte, lo de siempre: el escaparate, la campaña publicitaria, el prospecto para turistas o el suplemento de cultura de un gran diario. Por otra, lo de siempre también: la lucha desde abajo de quienes que sólo pueden aportar talento e imaginación; lucha contra el silencio, contra las dificultades, contra el abandono institucional, contra normativas que parecen odiar cualquier cosa que se salga de los estrechos mapas mentales de quienes las dictan.

Un ejemplo de todo ello lo estamos teniendo ahora con los 35 conjuntos, 250 músicos y una discográfica independiente que, desde el pasado 13 de di-ciembre, están en la calle, después de que la Guardia Urbana los desalojara de los locales en que trabajaban, en el número 3 de la calle de Mèxic de Barcelona, uno de los pocos locales con los que se contaba en la ciudad para preparar discos y actuaciones. Los grupos afectados son de lo mejorcito de lo que se hace actualmente en el país: Discípulos de Otilia, Ezoukée, Nour, Costo Rico, Fufú-Ai, Planeta Imaginari... Jazz, rumba, reggae, hip-hop, rock, flamenco, o todo a la vez, puesto que entre ellos están algunos de los mejores representantes del llamado sonido Barcelona, la "música bastarda" que, capitalizando el éxito de Manu Chao, se está promocionando a nivel planetario como parte de la marca Barcelona, ese logotipo tras el cual se esconden, como todo el mundo sabe -aquí, pero no en el mundo-, realidades bien miserables.



La imagen de los músicos con instrumentos y equipos a la puerta de lo que había sido su hogar en materia de creación recordaba la de hace unos meses con los artistas de circo de La Makabra, sólo que en este caso no se les podía hacer pasar por peligrosos okupas, puesto que se trataba de honrados inquilinos al corriente de sus pagos. La historia es fácil de contar, pero difícil de entender. Una empresa inmobiliaria que alquila un edificio que no dispone de las licencias municipales adecuadas y que va recibiendo notificaciones al respecto, hasta que el Ayuntamiento decide mandar a la policía a vaciar los locales y a precintarlos. Todo ello sin que los usuarios hayan sido advertidos del peligro inminente que corría su permanencia en aquel espacio y sin que la preocupación oficial por el arte y la cultura haya dado para que nadie hubiera previsto dónde meter a decenas de músicos que se habían quedado literalmente a la intemperie.

Sabíamos que en Barcelona era difícil encontrar un sitio para vivir. Ahora sabemos que también lo es dar con otro en que crear. Sin vivir y sin crear está claro que sólo quedarán sitios para trabajar y, por supuesto, para consumir, porque aquí los únicos que lo tienen fácil para instalarse son las multinacionales del comercio, que han convertido la ciudad, como se tiene el descaro de reconocer, en "la mejor tienda del mundo", en la que ya todo y todos tenemos precio y en la que, en efecto, como dice Aute, "tanto vendes, tanto vales".



Estos días, los músicos de Barcelona -los de la calle de Mèxic y, por ellos, lo mejor y más nutrido del gremio- van a movilizarse por un espacio digno y asequible en el que poder trabajar. Su lema no podría ser más indicado: Con la música, ¿a qué otra parte? Esa gente encarna lo que no es negocio, ni mercadotecnia política, sino simplemente amor por lo único que algunos saben hacer: música. Su imagen es toda una metáfora: la de la creatividad desahuciada, en una ciudad cuyas autoridades desprecian cualquier cosa que no sea rentable. En esos músicos está representada la capacidad inagotable que toda ciudad tiene de generar belleza. Porque es a la belleza a la que quienes mandan han puesto de patitas en la calle, allí de donde nunca, nunca, aunque quisieran, la podrán expulsar."



Manuel Delgado, profesor de Antropología Urbana en la Universidad de Barcelona, El País del 19/01/2008

Reality-Based Relationships

"En un artículo del New York Times publicado unos días antes de la elección presidencial de 2004, Ron Suskind, que de 1993 a 2000 fue editorialista del Wall Street Journal y autor de varias investigaciones sobre la comunicación de la Casa Blanca desde el año 2000, reveló los términos de una conversación que había mantenido, durante el verano de 2002, con un asesor de George W. Bush: -Me dijo que las personas como yo formábamos parte de ese grupo de tipos "pertenecientes a lo que nosotros llamamos la comunidad basada en la realidad (the reality-based community)": "Ustedes creen que las soluciones surgen de su juicioso análisis de la realidad observable". Yo asentí y murmuré algo sobre los principios de las Luces y el empirismo. Pero él me interrumpió: "El mundo ya no funciona en realidad de esa manera. AHORA SOMOS UN IMPERIO, PROSIGUIÓ, Y CUANDO ACTUAMOS CREAMOS NUESTRA PROPIA REALIDAD. Y mientras ustedes estudian esa realidad juiciosamente, como desean hacerlo, nosotros volvemos a actuar y creamos otras realidades nuevas, que ustedes también pueden estudiar; y así es como pasan las cosas. Nosotros somos los actores de la historia. (...) Y a ustedes, a todos ustedes, no les queda otra cosa que estudiar lo que nosotros hacemos."

LE MONDE DIPLOMATIQUE, Edición Española. Diciembre 2007.


Trasladando estas teorías políticas a nuestras relaciones personales, podríamos decir que lo más subversivo, tal y como está el patio, son las "Reality-Based Relationships". Y, ustedes que están leyendo un blog, ya saben a qué me refiero.


Por cierto, y ya que estamos en temas de política USA, tenemos razones para estar moderadamente contentos, ¿o soy un ingenuo?

Hostes vingueren



En la revista gratuita BCN Week, en la que colaboro con ese trasunto de culebrón, o versión de Sexo en Nueva York con perroflautas, que es "Más ficción que la ficción", nos podemos ir encontrando, cada vez más, con una mirada sobre la Ciudad Condal, como mínimo, poco ortodoxa.

Es curioso, muchas veces tiene que venir alguien de fuera para conocer mejor tu propia realidad. Porque mirar desde un ángulo diferente a tu cotidiano ya es conocerlo mejor. El extranjero no tiene los prejuicios ni las ataduras del nativo, ni debe los mismos favores a su entorno, no tiene porqué elegir entre A) o B), puede escoger C). (Por ejemplo, pregunto, ¿por qué la mejor película sobre la Guerra Civil española la ha tenido que hacer un inglés?)

El penúltimo número lo dedicaron al fantástico y soporífero, casi siempre, tema de los idiomas en Barcelona. Y le explicaban a su público, que es mayoritariamente GUIRI, la realidad idiomática catalana.



Lo interesante es que en ese número consiguieron mirar desde una postura diferente un tema que practicamente siempre está polarizado por unos puntos de vista enfrentados que hemos oido millones de veces en los medios de comunicación oficiales y en los partidos políticos, que nunca parecen ni ponerse de acuerdo ni quiera escucharse, y que no se suelen corresponder(al menos no exclusivamente) con las opiniones y posturas con las que uno se encuentra en el trato cotidiano con la GENTE.

Y es que son tiempos para posicionarse. Y si las opciones más comunes no nos interesan, tal vez es que haya que inventarse posiciones nuevas.

Así que os dejo aquí un texto sobre el tema, el único de los artículos de la revista que estaba escrito en catalán(la revista es trilingüe: Inglés, catalán y castellano), que me parece lúcido y valiente. No he pedido permiso, así que espero que no se cabree el autor.


Obrir la boca i menjar-se la llengua


Jordi Corominas i Julián


"¿Clar i català? Home, jo no diria tant. El ventall robòtic de possibilitats de la llengua en relació amb els guiris residents a Barna no només depèn de la meravellosa política del govern Montillesc. Veiem uns quants exemples i així m’entendreu.


La versió guiri


Obert 1.0: Hi havia una vegada un estranger que arribà a Barcelona. De caràcter tolerant, es preocupà per aprendre determinats aspectes d’allò que hom anomena mentalitat nacional, concepte nodrit per cultura, tradició i costums del país. Trobà més d’un català totalitarista, però el nostre estranger, res a veure amb el de Camus, volia provar molts vins, i això li possibilità conèixer catalans amb les mires més obertes, com les seves. D’aquesta manera entengué que a la terra hi havia dues llengües, vàries comunitats i unes instruccions d’ús. Primer, sobrevisc amb el castellà, però com vull integrar-me al cent per cent vaig empapant-me de cultura catalana i un dia, qui sap si arribarà, m’atreviré amb el català, que al cap i a la fi, no és tan complicat; si ja en sé una mica amb tant cartell i propaganda televisiva! L’estranger triomfà, es tornà políglot i cosmopolita i aportà el seu granet de sorra a Barcelona. La seva curiositat ha rebut el premi de l’aprenentatge d’una nova identitat que complementa l’anterior, aquella amb la que arribà a la Ciutat Comtal.


Tancat 1.0: Hi havia una vegada un estranger que arribà a Barcelona. De caràcter tancat, orgullós a més no poder del seu origen, aterrà a Barcelona seduït per la marca, la qual cosa sol implicar un desconeixement absolut de la ciutat, en ser el nostre personatge, més semblant al de Camus, un superficial de nassos que viu de la futilitat postmoderna. Si hi afegim un encontre nocturn amb un grup de catalans pseudofatxes, l’homo catalanus radical que viu a la irrealitat absoluta, es decebrà i sortirà perdent. ¿Por què no hablan español, que no castellà, estos malditos? ¡Qué maleducados! La nostàlgia de la terra, que no és compensada amb les festes a Danzatoria ni amb el sexe fàcil al centre, farà que lluiti per conèixer gent de les seves contrades, creant allò que antropològicament coneixem com Ghettos lingüístics. Emprarà un castellà de pa sucat amb oli per comunicar-se i, si fracassa, tirarà d’anglès, que per alguna cosa vivim a l’era global. Sense saber-ho, l’estranger adoptarà la forma negativa del país que l’acull, del que mai s’hi sentirà partícip i al que criticarà, dia sí i dia també, rabiós per saber de l’existència d’uns homes amb barretina que mengen pa amb tomàquet amb voluntat d’una llengua, una nació i un... no! Que els catalans pseudofatxes són republicans sense saber ben bé quin és el significat del terme.


La versió catalana


Obert 2.0: El català que considera Catalunya amb mentalitat positiva i que està orgullós de ser bilingüe. Això li permet aprendre amb facilitat altres llengües llatines, quelcom molt important per lligar amb els nouvinguts; el català és un fan d’èpater le bourgeois, i per saber més de tot. Quin és el motiu del seu miracle? Considera Catalunya com una infinitat de cultures en constant evolució, estimant el passat però amb la ment enfocada al futur des del present. Lluitarà perquè l’estranger pugui apreciar els matisos i li parlarà en castellà fins que el nou amic decideixi- llegint, escoltant o apuntant-se a un dels cursos oficials- temptar la sort amb el català. El català obert creu en una cultura de Catalunya, que diferencia de la catalana la qual és un espai tancat ideal per menjar closques i provocar la ignorància de la diversitat.


Tancat 2.0: El català de la ceba no plora perquè té la veritat universal. La seva sang podria ser com la de tots- blaugrana, és clar- però la veu amb quatre barres. És una bandera ambulant carregada de tòpics que demana al Dunkin un Donut de gerd. Si la pobra dependenta, una noia de Logronyo acabada d’arribar a Barcelona, no li dóna, potser la denunciï i tots contents. Enlloc de mirar l’xtube mira el pubillaalcelambdiamants.com i només llegeix l’Avui i la versió catalana d’ El Periódico. Parli amb qui parli, ho farà en català i gaudirà si usa paraules impossibles que deixaran als pobres guiris amb cara d’emoticon frapat de Messenger. Després a casa riurà i criticarà la brutícia de la Plaça Reial, tot culpa dels guiris i els extracomunitaris, que no s’integren. Hauria de pensar que ell tampoc fa res per fer-ho possible. Al seu mapa Mallorca és una illa a reconquerir i Perpinyà la capital de la Catalunya Nord.


Anomalia 3.0: El sud-americà és l’excepció. Com que arriba parlant castellà, no atorga valor a l’ús del català i amb una certa concepció tribal esdevé un cas estrany, el revers de la moneda, amb la mateixa imatge, del català tancat. Parla la llengua del Raúl i el Guti fins i tot quan no toca, i li encanta. ¡Cómo me gusta la huevada! ¿La huevada? Kikiriki!


Solució 4.0: Consultori del Doctor Corominas i Julián? Mi sente? Hola, miri, només li puc aconsellar que no tanqui cap porta i faci crítica de la realitat. El carrer hauria de dictar la llei, però com que vivim a la societat de la imatge, no estaria de més que La teva, aquell ens públic anomenat tv3, deixés la seva rocosa política i acceptés el bilingüisme imperant. D’aquesta manera, les motivacions serien més profundes per a tots i els estrangers podrien pensar que el català, obert o tancat, no és un cec que es nega a acceptar el veritable escenari quotidià, magnífic babel que fa progressar la ciutat per molt que uns pocs, ¿són pocs?, es neguin a acceptar-ho i siguin apòstols feixistes del clar i català o del Me gusta el Ghetto, me gustas tú...je ne parle pas le catalan!"