Mostrando entradas con la etiqueta Ilustración y Comic. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ilustración y Comic. Mostrar todas las entradas

Ella.



Hacía siete años que no volvía a la India.

Siete.

Eso no es normal. Pero no nos lo podíamos costear. Y cuando nos lo podíamos costear yo me tenía que quedar a trabajar. En el restaurante de mi tío. ¿Habéis estado? Una vez vino Harrison Ford. Tengo una foto. Y Pep Guardiola. Te lo juro. Siete años, decía. Si vais podéis decir que venís de mi parte, Shahrukh, mucho gusto. 10% de descuento. Siete años que no iba a la India.

La India. Es mi casa.

Yo siempre digo que tengo dos madres: La India y España. Ya sé, ya sé, España, Cataluña, no voy a entrar en eso. Está bien. Pero yo tengo dos madres. Y luego está la tercera madre, mi madre, la que me dio a luz. Yo quiero que mi madre esté bien, que sea feliz, que esté activa. Se lo merece, mi madre. Yo creo que hizo un buen trabajo. Creo. Por eso quiero que mi madre comparta cosas con la que sea mi mujer. Por eso siempre he pensado que necesitaba una mujer hindú, una mujer que entienda mi cultura. ¿No? Por eso y porque quiero un matrimonio...

...que dure.

¿Sabéis cuál es el primer paso a la hora de, cuando unos padres buscan pareja para su hijo o su hija, sabéis cuál es el primer paso que dan allí? Porque a lo mejor os pensáis que se hace así, y hay un sistema. Hay una organización.

Lo primero es mirar la carta astral. Del chico y de la chica. Y se comparan. El máximo son 33 puntos, pero si sacas 28 ya se considera que es suficiente. Pero menos de 28 puntos ya la boda no se hace. Se considera que con menos de 28 puntos esa pareja no va a funcionar. Y es por eso que hay pocos divorcios en la India. Sólo un 20% de los matrimonios se divorcian ahí, eso quiere decir que hay un 80% de matrimonios que duran toda la vida. Toda la vida.

Toda la vida.

Por eso duran los matrimonios en la India.

Por eso y porque vosotros os conocéis, os enamoráis, vais al teatro, a cenar, os vais de viaje juntos y al cabo de siete años os casáis. Y empezáis a tener vida de familia. Lo que no habéis hecho en siete años. Y entonces descubrís que no os entendéis. Y a los siete meses os separáis. Nosotros nos casamos, no sabemos mucho el uno del otro pero ya nos casamos, y entonces cuando nos conocemos de verdad y nos entendemos y nos apoyamos, para entonces ya han pasado siete años y tenemos cuatro hijos. ¿Que nos queda entonces? Vivir.

Entonces sólo nos queda vivir.

Y todo eso es lo que yo pienso cuando voy a la India. Porque yo vivo aquí, yo soy de aquí, y yo hago lo mismo que vosotros, si no lo mismo el 99% de lo que hacéis vosotros, y me gusta lo mismo que a vosotros. Y cuando llego a la India y me recoge mi primo y ya me entra ese olor tan fuerte, que es olor de casa, pero que también es un olor de agonía, joder, y de desconfianza. Porque para ellos yo soy como vosotros, y me tratan como a un primo, como si yo no me enterara de nada, y yo me hago el tonto porque sí, porque si así se divierten pues que se diviertan. Y me preguntan que qué hago yo aquí.

Que qué hago yo aquí cuando me levanto por las mañanas, y yo les digo: “Pues lo mismo que tú, tío. Me ducho y me lavo los dientes.” No te jode. Pero tú estás viendo una peli en la India en tu casa y no te enteras de como acaba, porque se apaga la luz en toda la calle así, o te caes o te pasa algo y vas al Hospital y de ahí no sales si no es con los pies por delante. Yo, si me pongo enfermo en mi casa, me muero. Por una gripe que aquí te estás ocho días en cama allí con suerte te queman en una pira en Varanasi. Por eso yo no quiero estar ahí. Y no quiero que mi madre esté ahí. Porque si la India funciona es gracias a Dios, gracias a Dios, no será gracias a los médicos, ni a los políticos, ni a la policía, ni a su puta madre. Será gracias a Dios. Somos un país puntero en tecnología, eh, puntero. Tenemos grandes ingenieros. Tenemos la bomba atómica.

Tenemos la bomba atómica.

Y la gente se muere de hambre.

Y aquí, de nosotros, solo veis pobreza. Pobreza y gente bailando y cantando. Pero los bancos en Suiza a petar con nuestro dinero. Y voy con mi primo a casa de la que quieren que sea mi mujer y yo no me atrevo ni a cruzar la calle, y mi primo se ríe de mi y me empuja para que pase y yo, coño, es que si no me atropellan es un milagro, y al lado veo que pasa un rickshaw, ¿sabéis lo que es un rickshaw? Una bicicleta llevada por un tipo que parece hecho de alambre, y detrás, sentados, dos gordos, pero dos gordos, y muriéndose de risa los gordacos, y el pobre conductor sufriendo como que se le van a salir los ojos de las cuencas. Y yo que voy a conocer a la que será mi mujer. Y sólo voy a tener dos o tres minutos para hablar con ella, para hablar con ella y decidir si quiero casarme y estar con ella el resto de mi vida. Toda mi vida.

Toda mi vida.

Toda mi vida.

Y me pregunto, ¿y si la foto engaña? ¿Y si la veo y es que no quiero ni acercarme? ¿Y si no le gusto yo? ¿Y si ella me gusta a mi pero me dice “Estoy enamorada de otro, por favor, diles que no me quieres”?

¿Y si me dice eso? Porque yo vivo aquí. A mi me gusta lo que os gusta a vosotros. Y entonces llegamos a la casa de la chica, porque allí hay casas, claro, no hay, ¿no? Y llegamos y me presentan a sus padres, y estamos en el salón, y yo estoy sudando, estoy sudando, porque hace siete años que no vengo a mi casa. Tengo veintiseis. En ese momento tenía veintiseis. Me queda el 75% de vida por vivir. El 75%. Y entonces entra ella, con una bandeja con pastas y un poco de chai caliente.

Entonces entra ella.

Entra ella.

Ella.



(ilustración de Nuri Téllez, el texto es de un servidor con la ayuda de Manoj Gautam)

Nos necesitais

A raíz de polémicas como esta, aparecen voces que defienden que el cine o el teatro no debe subvencionarse. Y si ya estaban antes, esas voces aprovechan para volver a la carga.

No es nada nuevo.

Es una tendencia que ya hemos oído en otras ocasiones. Lo gracioso del caso es escuchar a gente en cuya trayectoria no aparece ni tan sólo un único trabajo que no haya sido subvencionado de alguna manera por una institución pública decir que "no debería haber ayudas de ningún tipo". Es como un funcionario de Hacienda quejándose de "esa panda de chupopteros del cine".



A veces hay que recordar lo obvio: La cultura no tiene una finalidad unicamente comercial. No puede auto-abastecerse de la misma manera que lo hacen otras industrias. Aplicar las leyes de mercado y sólo las leyes de mercado en algo que, por muy poético que suene, no deja de ser "comida para el alma" es un error de base. El Gobierno de España ayuda a los ganaderos, ¿exime eso de pagar impuestos a los vegetarianos?

A mí Hacienda me sangra a poco que puede. Y con esa pasta pago al ejercito, a los miembros y miembras del Congreso, a la Casa Real, a la policía y a los secretas disfrazados de góticos que acompañan a las hijas del presidente. Cap problema.

Necesitamos gente que recoja nuestras basuras, y con el dinero de todos lo financiamos.



También necesitamos películas y obras de teatro que muestren quienes somos y dónde vivimos. Que muestren, como decía Truffaut, "lo que somos, lo que queremos ser y lo que tenemos miedo de ser". Son los sueños de un pueblo los que se muestran en sus escenarios, si le quitas al pueblo su capacidad de soñar acabas con él. Puede sonar demagógico pero es lo que n'hi ha. Todas las grandes "patrias" lo saben y lo ejercen, hay tres armas para mantener la hegemonía de un pueblo: Militar, política y cultural.

Si dejamos ese cometido de soñar exclusivamente en manos del capital privado vamos más listos que los pulmones de Eugenio. Preparémonos para no ver más que "Hoy no me puedo levantar" y similares. Por supuesto, olvidémonos de obracas como URTAIN, que arrastra pérdidas de 20 millones de pesetas a pesar de ser considerada por muchos la mejor función en muchos años.

Vale, pero dejar la cultura en manos de los políticos también es peliagudo. Ellos tampoco son mancos, y en todo caso tienen truco. Y luego nosotros, los que hacemos películas y demás, los titiriteros(y a mucha honra), somos unos caóticos y unos piezas también.



El otro día un teatrero con más o menos predicamiento institucional me confesaba lo que iba a cobrar por labores de dirección escénica en un teatro público. La verdad es que era un muy buen sueldo. Él defendía que debían saberse los números públicos, y predicaba con el ejemplo. Yo le argumentaba que si salían a la luz los sueldos de los dirigentes de teatros e instituciones culturales varias, en un país tan poco respetuoso con la cultura como es España(y, en otros temas poco puedo decir, pero en lo que concierne al desprecio por la cultura Catalunya ES España), era como soltar la liebre para que indocumentados como este pudieran hacer sangre con nuestro gremio y acabar de destrozarnos vivos. La cultura está siempre en la UCI, no necesita un leve resfriado.

El susodicho teatrero me respondía que, si no queremos que se nos echen encima, si pretendemos que nos respeten y nos valoren, lo primero que debíamos hacer era explicarle a la gente cuál era nuestro cometido. "El que paga no debe dar ni pedir explicaciones, las debe dar el que cobra".



En cierta medida algo comparto de su discurso. En este momento que vivimos, de Millets, de Costas, de crisis y demás, es más necesario que nunca que le expliquemos a la gente, al público, por qué nos necesita, que seamos lo más transparentes posibles y que más que dedicarnos a decirnos lo buenos que somos y lo mucho que nos queremos, o a tener pataletas porque no nos toca una parte del pastel lo suficientemente grande, nos esforcemos en poner al público de nuestro lado.

Que nos entienda.

Que se fíe de nosotros.

Y, sobre todo, que sepa por qué nos necesita.

Porque, no lo duden, nos necesita.

Demanda de lo que tenemos que ofrecerle siempre va a haber. Pero, por varias razones que tal vez vengan al caso pero que dejo para otro momento, van a haber muchas voces que le quieran convencer de lo contrario.



Invito a los Cacamoscas que entiendan inglés a ver este vídeo. Es un extracto de la ceremonia de los Oscar de 1980. No es casual que pertenezca al final de la última época dorada de Hollywood. En él, Jane Fonda presenta el premio al mejor actor protagonista. En vez de bañarse en la auto-complacencia típica de este tipo de ceremonias, se da un tiempo para explicar brevemente la trayectoria profesional de cada nominado de una manera que yo no había visto antes: Explica por qué una cultura necesita un Jack Lemmon, un Pacino, un Dustin Hoffman. Lo explica convincente e inteligentemente. No toma al público por idiota pero le dice algo así como:

"Hey. Estamos aquí. Tenemos un cometido. Ustedes se benefician de él. Sean exigentes con nosotros. Les queremos."








Como es un tema que me da inmensa pereza, pongo estos cuadros preciosos de Ben Shahn para amenizar la cosa.

Lo mejor de todo




SIMÓ
He vuelto a dibujar. Bueno, la verdad es que no paro ahora.

BÉRÉ
¿Has vuelto a dibujar comics?

SIMÓ
Son las nuevas aventuras de Tintín. Pero como no tengo los derechos y no me los van a dar le llamo Tuntún.

BÉRÉ
¿Esto es Tintín?



SIMÓ
Sí, es que se va a hacer un reportaje a Gaza justo antes de la matanza de Israel y como cierran las fronteras y además le confunden con árabe no puede salir de la ciudad en todos los ataques. Aquí es cuando entra en un hospital para protegerse de los bombardeos y cuando llega aquí, a la planta infantil, les lanzan un misil y todo explota. Milú muere. Y Tintín se pasará el resto del ábum en silla de ruedas y con la cara desfigurada.

BÉRÉ
¿Piensas dibujar todo un álbum?

SIMÓ
Sesentaydos páginas. Aún tengo dinero para estarme tres meses más sin trabajar.

BÉRÉ
Un poco bestia, ¿no?

SIMÓ
A mi me encanta. A mi me está encantando hacer este tebeo. Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien. Coge lo que quieras, sírvete.

BÉRÉ
(tras abrir la nevera) Te cojo una cerveza.

SIMÓ
Lo mejor es que seguramente no me dejarán publicarlo por cuestiones legales y tendré que guardarlo en un cajón. (pausa) Eso es lo mejor.








Ilustraciones de Fernando Bellver.

Aberremos a Camus

"Supongo que ya me habréis comprendido. A partir de hoy vais a aprender a morir en orden. Hasta ahora moríais a la española, un poco al azar, al buen tuntún, por decirlo así. Moríais porque había hecho frío después de haber hecho calor, porque vuestras mulas tropezaban, porque la línea de los Pirineos era azul, porque en la primavera el río Guadalquivir es atractivo para el solitario o porque hay imbéciles malencarados que matan por su provecho o por honor, cuando es tanto más distinguido matar por los placeres de la lógica. Sí, moríais mal. Un muerto por aquí, un muerto por allá, éste en su cama, aquél en el ruedo: era el libertinaje. Pero finalmente este desorden va a ser administrado. Una sola muerte para todos y según el precioso orden de una lista. Tendréis vuestras fichas, ya no moriréis por capricho. El destino ya ha sentado la cabeza, ya tiene sus oficinas. Estaréis en las estadísticas y por fin vais a servir para ago. Porque, olvidaba decíroslo, moriréis, desde luego, pero seréis incinerados inmediatamente, o incluso antes: es más limpio y forma parte del plan.

Mi ministerio ha comenzado."



Producciones Tititubeantez... presenta:

EL ESTADO DE SITIO de Albert Camus

Lectura dramatizada con música en directo, cervezas y algo más.

El lunes, 09 de marzo de 2009 a las 19:30 en el Bar Raval(Carrer Doctor Dou 19).

Idea, adaptación y dirección: Xavi Sáez, Hugo del Pozo, Iván Morales.

Espacio sonoro y música: Hugo del Pozo, Eduard Resbier.

Reparto(por orden de aparición):

Iván Morales
Marcel Borràs
Bruno Bergonzini
Jordi Pérez
Neus Suñé
Xavi Sáez
Álvaro Cervantes
Anna Casas
Hugo del Pozo
Nausicaa Bonnin
Carles Gilabert
Eduard Resbier
David Bagés
Cristina Gàmiz







(cartel por Nor)

Siete Siete

I. En el cuerpo está la clave.



II. En el alma, la fuente.



III. En el silencio, la raíz.



IV. En la soledad, la luz.



V. En la renuncia, el avanzar.



VI. En el compartir, la esencia.



VII. En la humildad, la fuerza.













A veces hay que revisitar a los clásicos.

¿Politic Kills?






"Lord Beveridge, a quien le debemos el proyecto del "Estado de bienestar" británico de posguerra, creía que su visión de una seguridad generalizada y respaldada colectivamente destinada a TODO EL MUNDO era consecuencia inevitable -o más bien complemento indispensable- de la idea liberal de la libertad individual, así como una condición necesaria de la DEMOCRACIA LIBERAL. La declaración de guerra contra el miedo enunciada por Franklin Delano Roosevelt se basaba en el mismo presupuesto. Ese presupuesto era razonable: después de todo, la libertad de elección viene inevitablemente acompañada de incontables riesgos de fracaso, y para muchas personas esos riesgos resultarán insoportables por temor a que excedan su capacidad de combatirlos. Para muchas personas, la libertad de elección seguirá siendo un fantasma elusivo y un sueño lejano si el miedo a la derrota no es mitigado por una póliza de seguro emitida en nombre de la comunidad, una póliza en la que puedan confiar en caso de padecer algún fracaso personal o un terrible golpe del destino.

(...)



...la capacidad de enfrentar los desafíos de la vida es el taller en el que se construye o se destruye la confianza de los individuos en sí mismos, así como su sentido de la dignidad humana y su autoestima.

(...)



Sin derechos sociales PARA TODOS, una gran cantidad de personas sentirán que sus derechos políticos son inservibles e indignos de atención. Si los derechos políticos son necesarios para establecer derechos SOCIALES, los derechos sociales son indispensables para que los derechos políticos sean vigentes."


Vida de Consumo, Zygmunt Bauman















Ilustraciones de Smeraldima Rima.

Alicia en Nicosia




Ahora que nos hemos dado un mes de vacaciones al cul.lubrot de "La Teva" potser és moment de fer una mica de balanç. Esta pequeña distancia es buena para evaluar la feina feta. Antes de olvidarme de todo completamente por unos días.

Ha sido una temporada muy intensa, la verdad es que Pau me ha hecho terminar exprimido. Es un personaje emocionalmente agotador y el ritmo de trabajo a veces no te permite recobrar fuerzas. Tampoco soy un portento de resistencia. Así que, como siempre, me planteo estar en mejor forma la próxima temporada para aguantar más el tren. Oye, al menos no me he desmayado ni nada, eso ya es una buena noticia.



Trabajando a ese ritmo(media hora válida de grabación por dia) uno se encuentra con dos motores a priori antagónicos pero que hay que saber combinar: Por un lado tienes que tener muy claro que recorrido hace tu personaje y qué historia tiene que contar. Eso está en el guión y es incuestionable. No hay mucho tiempo para ensayar ni discutir. Tienes que contar la historia y llegar al plató habiendo decidido ya cuales son tus opciones para contarla, los experimentos en tu casa y con gaseosa. Por otro lado hay que estar muy abierto para dejarte sorprender por tus compañeros y muy flexible para asumir rapidamente los cambios que te indiquen los directores. Si no hay confianza en tus compis tu curro no se sostiene. Combinar estas dos cosas tiene su intríngulis, y nunca acabas de aprender del todo. (Por suerte he tenido mucha suerte con estos compis, no hace falta impostar esa confianza)

Lo básico es entender la historia del person, Pau en este caso. Entenderla con las tripas. Eso es magia. A veces por más que te empeñes no entiendes nada, por la razón que sea. Y a veces, al contrario, te toca en un sitio que dices: "Joder. Comprendo lo que le pasa perfectamente", y solo lo has leido una vez y con la tele puesta. Pero si no se crea esa magia ya te puedes ir yendo a tomar por culo. Es importantísimo no olvidar eso. Además, es una serie de cinco capítulos a la semana. La cosa va muy rápido. No puedes ser muy arrogante. Cuando crees que ya lo has entendido todo la trama ha dado un giro y debes volver a recolocarte por enésima vez. Cuando me olvido de esto no me gusta mi trabajo.



Soy un hombre orgulloso. Y además creo que Pau también lo es. Pero la diferencia entre él y yo es que Pau tiene el ego infra-alimentado. Eso a veces también se me olvida. Cuando lo pierdo de vista, el personaje se difumina y aparezco yo. Yo soy muy aburrido. Es mejor, en ese sentido, Pau. La clave para no olvidar estas cosas, como no, está en el cuerpo y en el corazón. No en la cabeza.

La motivación es muy importante. Es gasolina. Sin motivación el trabajo decrece y decrece, se vuelve minúsculo. Cuando me agoto recuerdo a mis amigos con esquizofrenia. Recuerdo como les admiraba, y como la enfermedad les poseyó, y como la incomprensión de su alrededor(la mía incluida) alimentó su aislamiento. Si me empeciné en conseguir el papel de Pau fue por ellos, por ese no-entender, por lograr colocarme, aunque fuera a través de la mentira y la imitación, en su piel, por poner mi grano de arena y ayudar a la desestigmatización, por mostrar la dignidad del "enfermo" y defenderla hasta el final. Incluso en los momentos más frívolos debo pensar en ellos, no en ellos como ente abstracto, en mis amigos, en los que me han hecho reír, en los que me han hecho soñar, en los que me han escuchado. Y, de vez en cuando, no debo olvidarme de volver a escucharlos a ellos.



Y, luego, saber descansar. Que, ya lo sabemos, la prisa mata.


















Los dibujos de Alicia son de John Tenniel. La foto no sé de quien. El video hay que verlo. No te digo na y te lo digo to.

Cuatro llamadas y un SMS



Llamada 1

¿Por qué no me llamaste? (…) Ya. Bueno, no sé, te envié trescientos sms. (…) Bueno, no, pero casi. (…) Vale, ya. (…) Ah. ¿Con quién? (…) No, no estoy enfadada. (…) Bueno, me cuesta. (…) No. No. No. No es control. No me digas eso porque es incierto. (…) Ya, bueno, ya. (…) Pues si no podemos ser amigos no podemos ser amigos. (…) No, joder, si no podemos ni hablar ni contarnos nada, pues tendremos que… (…) Pues yo claro que quiero, pero es que no entiendo, yo no entiendo qué esperas, ¿tú qué esperas de mí? (…) ¿Yo? No sé. ¿Qué puedo esperar? (…) Venga, va, sin tópicos, joder, Andrés. (…) Pues no sé, charlar, saber como estás. (…) ¿Entonces por qué no me llamaste? (…) Sí, bueno, han pasado tres días. Tres días. Tres días. No, tres. (…) Pues yo lo veo raro, ¿no? ¿Tú no lo ves raro? (…) Pues yo sí. Yo sí que lo veo raro.



Llamada 2

La mejor es la de la muerte de Speedy, ¿no? Bueno, a mi es la que más me gusta. (…) Sí, claro, toda esa parte de los dinosaurios y los astronautas… Bueno, cohetes, vale, Andrés, sí, astronautas no, cohetes. Toda esa parte es un poco, no sé, un poco demasiado freaky para mi, ¿no? (…) Ya, ya, sí, es la época, ¿no? (…) Es como lo del señor de los cuernos, ¿no?, sí, y la superhéroe esa, la… Eso, Penny, Penny Century, es un poco demasiado, como de tebeo para mí. (…) Vale, sí, pero no es un comic que me leería dos veces. Pero todas las historietas del barrio, Hoppers, los latinos, y Hopey de gira, toda esa parte más punk, y Maggie en el barrio, esa parte me encanta. Esa parte es genial. (…) Y qué bien dibuja. Osea, todos los personajes son diferentes, pero son guapísimos, osea, sabe sacar la belleza, ¿no?, de, de, de, de, de cada tipo de persona diferente. (…) Sí, sí, y crecen. ¿No? Osea, cambian, envejecen. Joder, sí, es genial. (…) Ya, ya, Beto, Beto, al principio el dibujo no me… Pero, sí, las historias, Luba, ¿no?, el pueblo, la familia, los hijos de los hijos de los hijos, sí, sí, al final la historia te atrapa. Pero lo que es ver dibujos… (…) Ya. (…) Ya, pero para lo que es ver dibujos y flipar, osea, y quedarte ahí viajando viendo dibujos, viendo, viendo trazos, para eso el mejor es el hermano, es Jaime, ¿no? (…) Pues eso, Andrés, joder, si al final me das la razón. (…) Bien. Bien, mejor. Tranquila. Sí. ¿Y tú? (…) Oye. (…) Ya, oye. (…) ¿Por qué no me cantas una canción? (…) Va. (…) Venga, si estás hecho un crooner tú. Va. (…) Bien. (…) Pues no sé, espera, lo pienso, espera. Una de Chet Baker. (…) O una de Jay Jay Johanson. ¿Qué prefieres? (…) Chet Baker, ¿no? Chet Baker mejor. (…) La de My Ideal, esa te sale bien. (…) Esa. Esa es. (…) Bien.



Llamada 3

Si no es para conocer profundamente a alguien y fundirse, fundirse con esa persona, de qué sirve, ¿eh? ¿De qué sirve? ¿De qué sirve hacer…?(…) No me jodas. Va. Es muy cutre todo esto. (…) ¿Estás enamorado? (…) No. No me digas más, no quiero saber. Menos mal que estás lejos. (…) Andrés, ¿qué he hecho? No, ¿qué he hecho yo? (…) ¿Qué vamos a hacer? ¿Eh? ¿Qué podemos hacer? (…) Yo también, joder, yo también. ¿Por qué no podemos…? ¿Por qué tenemos que estar…? No. No. Tú no quieres hacer el esfuerzo. Ya lo veo. No sé por qué, pero… (…) No me jodas. No quieres hacer el esfuerzo. Ya estás en otra historia y estás a gusto. Hace dos meses que no nos vemos y ya… (…) Andrés, coño, no soy imbécil. Tú te crees que soy imbécil pero no soy imbécil, no soy tan imbécil. (…) No, no me jodas, para decirme eso te puedes meter la lengua en el agujero del culo. (…) Soy una cloaca. (…) No. Sí, lo soy. No me cuentes cuentos. Siempre igual. Al principio todo guay, pero cuando me conoceis… (…) Andrés, ¿tú crees que estoy condenada? Sí, no, no es melodrama, condenada. Pues condenada a esta, esta, esta, esta alienación, a esta decepción constante. (…) Compartir, hostia, compartir. (…) Tú no tienes ni idea, joder. ¿Sabes qué te digo? Que te aproveche. Que te aprovechen las corridas. Que te corras a gusto. Que te aprovechen. Y que ella, la que sea, ellas, que se mueran de gusto también. Que se corran bien a gusto. (…) Sí, joder, estoy hasta el coño. (…) No, hostia, contigo no. Con todo. Con la vida. No. Y contigo también. (…) Ya. Ya lo sé. Pero da igual, me siento así. ¿Qué pasa? ¿No te puedo contar como me siento? (…) Yo te quiero, Andrés, yo quiero estar bien contigo, hostia, yo quiero estar bien contigo. (…) ¿Pero como vamos a hacerlo? Si no puede ser, joder, no puede ser. (…) Si siempre nos estamos escondiendo. (…) No. Sí. Tú y yo. Sí. Pero todo el mundo. Todo el mundo se esconde. O a lo mejor yo. A lo mejor solo yo. No. No. Todo el mundo. Nadie se entrega. Mira la gente. Nadie… Todo son depredadores. Depredadores y presas. Todo el mundo igual. (…) No sé. Yo no sé ya nada. No sé si voy a poder compartir nunca con nadie. Estoy podrida. No. No. Estoy podrida. Por eso te alejas de mi. Como todo el mundo. Apesto por dentro, soy una mierda, una puta cloaca, solo puedo estar sola, una puta mierda, no me engañes, por eso te vas, por eso no puedes respirar, necesito demasiado, por eso siempre… joder, siempre necesito demasiado, por eso te ahogas, te ahoga este olor a podrido. (…) No. Déjalo. Estoy bien. Solo que estoy jodida. Pero es normal. No te preocupes. Estoy bien. (…) Solo una pregunta. Una cosa. ¿Tú crees que podré…? ¿Tú crees que podré, podré transitar con alguien alguna vez? (…) Compartir. (…) ¿O va a ser siempre igual? ¿Va a ser siempre esto? (…) ¿Y tú? ¿Te has rendido? ¿No podemos…? Aún podemos enderezarlo. Solo tenemos que vernos. Solo tenemos que ponerle unos palos al arbol. (…) No, joder. Ahora estás lejos. Pero yo voy para allá. O ven tú. Intentémoslo. Luchemos un poco, joder, ¿no? (…) Ya. No. Sí, yo que sé. Un tiempo. Ya. Tú estas en otra historia, no me cuentes milongas. (…) Porque se te huele, joder, se te huele. (…) Entonces, entonces intentémoslo, ¿no? ¿O esto ya es el fin? ¿Eh? ¿Tú qué crees? Joder, dime. ¿Tú qué sientes? Dime algo. Joder, dime algo, ¿qué sientes? (…) No hablo de eso. Hablo de piel. En tu piel. Ahora. Ahora mismo. ¿Dónde estoy? ¿Dónde estoy en tu piel? (…) ¿Dónde estoy en tu piel? (…) Vale. (…) No. No digas más. (…) No. No quiero saber. (…) Déjalo. (…) Me tengo que ir. (…) Sí. (…) Dejémoslo aquí. (…) Andrés. Espera. (…) Nada. (…) Escucha. (…) Andrés. (…) Adios. (…) Un beso. (…) Yo también te quiero. (…) Gracias. (…) Sí. (…) No. No llores. (…) Bueno, llora. (…) Claro. (…) Sácalo. (…) Sí. (…) Claro que te quiero. (…) Vale. (…) Sí. (…) No te preocupes. (…) ¿Estás bien?



Llamada 4

Eso lo haces muy bien. (…) Me encanta como me lo haces. (…) Ah, sí. (…) Sí. (…) Sigue, sigue. (…) Sí, ¿y me muerdes? (…) ¿Cómo si fuera una pollita? ¿Una pollita muy pequeña? (…) No pares. (…) Sí, sí que la noto. Noto como me, como me, como me toca las paredes del coño. (…) Sí, claro que sí. (…) La noto crecer, la noto bien llena. (…) Sí. (…) Sí, sigue. (…) Sí, te va a mil, te va el corazón a mil por hora. (…) Sí, no… (…) Así. (…) Claro, claro que lo siento. Está, está, sí. Sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí. (orgasmo) Dios. Dios. Oh, Dios. Qué bueno, joder, qué… (…) ¿Qué? ¿Tú qué? (…) ¿No te has corrido aún? (…) Joder, mira que eres lento. (…) Sí. Me la meto en la boca. (…) Claro. Me la meto, pero antes la escupo bien, y me la meto. (…) Y me la meto hasta el fondo. Hasta que me toca la campanilla. Y aspiro fuerte. (…) Y te la chupo más. Y te lamo la punta. Y sale una pequeña gota. Y me la trago. Y la saboreo. Me encanta como sabe. Te miro. Te veo como estás dándoteme. Como te me entregas. Y me encanta. Me encanta ver que te me das. Que te abres. Y me la meto en la boca otra vez, cada vez más rápido. Y está ardiendo. Me quema el cielo de la boca. Y me agarras fuerte a la espalda. Y me agarro fuerte a tu culo, aprieto fuerte. Y cada vez voy más rápido. Y noto como la tienes hinchada, como se te hincha por momentos. Y, sí, así, sí, te corres, muy bien, te corres en mi boca, y me quemas. Sí. (…) Eso. (…) Noto como tu esperma baja por dentro de mi cuello. Y me encanta, Andrés, me encanta. (…) ¿Qué? (…) ¿Bien? (…) Sí. Está bien. Ha estado muy bien. Yo me he corrido muy bien. ¿Y tú? (…) Ya, ya. (…) Ya. (…) Joder, respira. (…) Sí. (…) No. (…) Ya lo sé, ya. (…) ¿Sabes? (…) Oye, escucha. (…) (…) Ya. (…) Oye, tengo una audición de danza este viernes. (…) Sí, mola, ¿no? (…) Sí, con Álex. Sí. (…) Pues tan enfadado no estaba, por lo que se ve. (…) Ya. (…) Gracias, a ver. (…) Sí, a ver que pasa. (…) Sí. (…) Bien. (…) Bien. (…) Mejor no, osea, ha estado genial, ¿vale? Pero, tal y como están las cosas, no sé, ¿tú qué crees? ¿Cómo lo ves? (…) No, joder, nada, pero, está todo un poco frágil, ¿no? (…) Osea, ha sido un buen polvo, ¿no? El último polvo. Como mínimo durante un tiempo. (…) Pues esto es lo que me va bien, Andrés. Ha sido genial, pero, coño, esto yo ya lo he vivido, ya sé lo que es, y hay que tener cuidado. (…) Protejámonos, ¿no? (…) Sí. Eso mismo. Sin hablar, sin mensajes, ¿no? (…) Sí. Higiene, Andrés, higiene. (…) Sí, ha sido un buen polvo. Sí que lo ha sido. (…) Oye, una cosa. (…) Eso que hablábamos a veces de, nada, que he pensado, no, no es nada, solo he estado pensando, eso que comentábamos de depredadores y presas, ¿no? De que el mundo a veces parece, y sobretodo con esto del amor y las emociones, ¿no?, las relaciones y eso, que el mundo a veces parece que sea solo depredadores y presas, como un National Geographic, ¿no? (…) Pues, que el otro dia pensaba, me preguntaba, ¿y yo qué soy? ¿eh? (…) ¿Yo qué soy, Andrés? ¿Depredadora o presa? (…) Sí. ¿Tú qué crees? (…) Ya. (…) Eres un hijo de puta. (…) Ya. (…) Bueno, bueno, sí. (…) Lo dejamos aquí, ¿no? (…) En un tiempo, ¿no? (…) Unos meses como mínimo. (…) Vale. (…) Sí. Mejor. (…) Te echaré de menos, Andrés. (…) Ya. (…) Un beso. (…) Oye, está bien dejarlo así, ¿no?, de buen rollo. (…) Sí. Nos ha costado. (…) Bien. (…) Te quiero mucho. (…) Adios, cariño. (…) Adios. (cuelga)



SMS

“Tú me has hecho ser quien soy. No puedo dejar de esperarte.”





"Fotografías" e ilustración de Chris Scarborough.

Y tres. (lisergia de mayo)

Me siento Diga Diga Do por decisión inapelable y democrática.



Ocho de la tarde: Euforia cantarina. Mis vecinos ya la conocen.



Nueve de la noche: Sorna de macho alfa. Narciso en el trono.



Diez de la noche: Más euforia. El descontrol enseña la patita, con voz de clara de huevo. Nocilla para el ego: Se desborda el pan de crema de chocolate bicolor.



Medianoche: Viaje por las arenas movedizas del pecho. Denso paseo en barca con Caronte. Estaba mirando para otro lado. Me cuesta escuchar.



Tres de la madrugada: Me he quedado blando. Siento los músculos desplazados de lugar. Pero no estoy triste, aunque no soporto el silencio.



Diez de la mañana: Resaca. Iluminación serena. Pero sigo con hambre.



Voy a tener que nadar y escribir mucho para quemar toda esta purpurina que llevo en la sangre.

No pienso mover un músculo hasta que estos no recuperen su posición original.











Collages de William L Philyaw.

La fiesta no es para feos



Estoy en la plaza del Gótico donde venía de adolescente, venía con David antes de que le metieran en el reformatorio. Se lo cuento a la italiana. Le digo que venía con mis amigos, nos poníamos allí, ¿lo ves?, ¿ves esos agujeros? Son agujeros de metralla. Durante la guerra civil toda esta ciudad fue atacada por los fascistas, por los italianos, por los tuyos, le digo a la italiana, porque Musolinni estaba aliado con Franco y fueron los aviones italianos y los soldados italianos los que bombardearon mi ciudad, mi casa, ya lo sabes, fueron los tuyos, ¿no?



Pues nos poníamos allí mis amigos y yo y nos fumábamos el último cigarro antes del fusilamiento. Y cuando nos lo fumábamos y nos lo acabábamos, nos moríamos, nos dejábamos matar. Como buenos soldados. La invito a jugar conmigo a esto. Nos encendemos dos de sus cigarros, le damos un trago a su vino y así pasamos los últimos cinco minutos de nuestras vidas. Yo soy un campesino al que han detenido los nacionales porque mi hijo está en las milicias. ¿Y ella? La miro. Es bastante fea de cara, y además es la típica a la que se le deforma el rostro cuando bebe. Cara cangrejo, cara cangrejo, la fiesta no es para feos, compai. Y tiene un tatuaje con el anagrama del cuervo, de la peli El Cuervo, esa en la que murió el hijo de Bruce Lee, que lo mataron en pleno rodaje, como a su padre. Lo tiene en el cuello, el tatuaje, en la parte de atrás, y dentro del cuervo hay un ojo, y parece que te esté mirando cuando te da la espalda. Y eso da algo de malrollismo, para ser sinceros, más malrollismo que morbo, qué quieres que te diga. Pero tiene buenas piernas. Tiene unas muy buenas piernas. Tendrías que verlas y entonces lo entenderías todo. Dice ser una luchadora anarquista, del POUM. Pues vale. Además de las buenas piernas, lleva una falda sexy. Osea, una de esas que se mueven con el viento y te tienen pendiente de lo que enseñan y dejan de enseñar. También es de las que cuando beben parece que se enfaden cada cinco minutos, y luego se calma y te mira poniendose seductora, y cuando se pone seductora es cuando el rostro se le deforma aún más, los ojos se le cambian de sitio y se le salen de las órbitas, y la boca se tuerce y se expande como la de un pez. Se pone a llorar, bueno, a hacer que llora, porque tiene miedo a la muerte, y no quiere que se acabe el cigarro y con él su vida. Y yo aprovecho la situación y la abrazo, y noto que, al juntar mi cuerpo con el suyo puedo descubrir que tiene unos pechos más grandes de lo que parecía a primera vista.



Me acerco a su cara y la intento besar. Y ella aparta su cara de la mía, bañándome en su aliento a nicotina y vino barato, y me avisa de que los cigarros han acabado y que debemos aceptar nuestro destino. Cerramos los ojos y nos quedamos en silencio. Dejamos que venga la muerte. El juego ha terminado. No queda mucho más que decir ni que hacer. Pero la italiana me recuerda que le he prometido el oro y el moro, que esta noche tenía que ser divertida y que tengo la ciudad en la palma de mi mano. Sí. Es verdad. Está bien. Claro que sí, claro que sí.

Ven conmigo, Fiore, ven conmigo, que hemos vuelto a nacer y esto hay que celebrarlo.







Cuadros de Vassilis Economidis.

El decalogo de esta primavera

"Nunca estuve en Italia. Así que tuve que dedicarle una canción para poder conocerla."

Boris Vian.



I

La culpa es un sapo vanidoso.


II

Cada instante brota un giro hecho expresamente para cambiar irremediablemente el instante anterior.



III

Gracias a las mentiras, he dejado de comprenderlo todo.



IV

De vez en cuando hago inventario de las puertas que he abierto durante el dia y de cuantas siguen abiertas.

Lo importante es que haya corriente. Lo importante es que no se aposenten los humores de los restos de la fruta del licuado de ayer.


V

¿Como le explicas el significado del "cero" a tu hijo?



VI

Todo el mundo pide que jueguen al poker con sus cartas.

Es tan bueno saber decir "juego" como "no juego".



VII

¿Quién es más egoista?

¿Quien da mucho y pide mucho?

¿O quien no da mucho y no pide mucho?



VIII

Los vecinos de arriba van por un lado.

Los vecinos de abajo van por otro.

Oye, mientras todos paguen los recibos de la comunidad yo no me meto.



IX

Por cierto, a veces de marcar tanto tus cartas te llegas a creer que es que salieron así de fábrica.



X

Estoy absolutamente convencido de que si gozas de la paciencia suficiente, puedes ver salir por voluntad propia al tapón de corcho de una botella de champán.

La cuestión es que él se aburra antes que tú.







Ilustraciones de Dan McCarthy.