Cap-Grossos

29 de Septiembre. Huelga a la japonesa. El resultado, en breve.











"La peña está girada. Las empresas las llevan peña. Las empresas están giradas. Son empresas sicóticas. Sin ningún tipo de razonamiento."













Fotos de Miquel Tàpies.

¿Pero tú te has informEEEEo?



Se aproxima,

niño barbudo,

un país suave.

Y que haya que cerrar

las ventanas por la noche,

y apagar el zumbido

de los ventiladores

nos facilitará las cosas.

Amparémonos

en este frío

y plantemos enredaderas

de invierno.








Banda sonora no original.

Todos invitados.




Sincroniza tu reloj,

conéctalo a tus ojos,

que cada "tic tac" sea un parpadeo,

un limpia-parabrisas que haga más diáfana la carretera.

Desnuda las orejas,

hagamos entre todos un túnel amplio

de tímpano a tímpano.

Ensanchemos los pulmones,

tanto que quepan dentro

las cuatro estaciones del año.

Dejemos que las hojas caigan por su propio peso,

cuando ya no posterguen su destino

de ser compost.

Lustroso y afilado,

el sable quieto en la cintura;

no nos interesa la épica frenética

que febrilmente excitaba a Bertrand de Born,

por más que saborees

la sangre fresca que guardas en el cielo de la boca.

Anclado en el sexo,

como un fakir que reposa

sobre las brasas,

nota como el viento azota tu piel

y cambia la forma de las dunas.

Esas ondas mudas que bailan

son las huellas de las yemas de tus dedos,

enamoradas del caos,

como los cristales brillantes de colores

de un caleidoscopio.

Han venido aquí para sorprenderte,

es lo que ellas entienden por una fiesta.

Y estamos todos invitados.

Trasplante de raíces

El otro día, viajando en autocar, el Pequeño Gran Cacamosca, que ahora ya tiene siete años, me cogió el IPod y los auriculares y se puso a escuchar música en modo aleatorio a su pedo.

Sentado a su lado, me fijaba en qué canciones le gustaban lo suficiente como para no pasar a la siguiente. Era como un test de mercado con el más desprejuiciado y virgen de los públicos.

Algunas de sus favoritas fueron esta, esta, esta(imagino que las palabrotas ayudaban...), o incluso, sorprendentemente, esta otra.

Claro, el pobre debía buscar música infantil y se encontraba con mi esquizofrénica selección musical.

Y, de golpe, se encontró con este tema:



Esta canción, como charnego hijo del 79 que soy, yo la asocio a mi familia andaluza, a los yonkis que me han rodeado toda la vida, al calorrismo, a la peli de Saura of course, al amor de barriada y a los viajes en coche que hacía con mi madre de pequeño, donde sonaba Manzanita y Serrat.

Pero el Pequeño Gran Cacamosca ponía sonrisa de Matutano mientras la escuchaba y decía sin parar: "¡Toy Story! ¡Toy Story!"

Porque para él esa canción le recordaba a esta otra:



Esto es lo que se llama un trasplante de raíces culturales. A saco.

Teen

Suenas como una canción

de la época berlinesa de Lou Reed.

Y yo me siento como un tema punk

de dos minutos y medio.

Descubro que la mejor manera de observarte

es sin que lo percibas.

Como un adolescente que se sube de puntillas a la puerta del vestuario de las chicas

con miedo y excitación por ser descubierto.

Llama ténue,

desde lejos esbozo el guión de sus idas y venidas.

Tal vez encuentre un flanco

desde donde despejar la nube.

Pego la oreja a los raíles

e intento distinguir el rumor.

Adivino una música lejana:

Parece que me llama.