Je suis vennu te dire que je m'en vais



Pues estos dos querubines de aquí arriba, Omar y Erika, son los responsables de que deba desaparecer unos días, tampoco muchos, de la blogosfera para hacer una inmersión en su mundo líquido y trágico.

Sirvan estos siguientes minutos musicales como ancla. Uno siempre debe guardar un ancla, y más cuando se adentra en aguas turbias.



Cuando me cobre la pieza vendré a anunciarlo y celebrarlo, amigos y amigas Cacamoscas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

EL ancla tb son los hábitos



Ten buenos hábitos y tendrás una ancla fuerte.



Que golfo debia de ser Serrat...

Audrey dijo...

Por mas turbias y oscuras que sean las aguas siempre habrá un faro, tu faro...

sin querer te atropello dijo...

Y en todo este embolao yo quién soy? Nen, es que me has llegado, y me has hecho sentir un poco... si quieres nos lo replanteamos y llamo al Negrié.

Campeón! Endavant les atxes.

Prisamata dijo...

Sin querer,

tú eres el sacerdote, cabrón.

Feliz cumpleaños, por cierto.

Audrey,

soy un farócrata.

Crazy,

gracias.