De musas y constructores de torres de cerillas



El joven aprendiz de arquitecto se despertó una vez al lado de su musa y se sintió con fuerzas para acometer su primera gran obra.

Se aisló y puso todo su empeño en construir una enorme catedral gótica.

El joven aprendiz de arquitecto dedicó cada columna, cada vidriera y cada escultura al recuerdo de su musa, esperando que llegara el dia en que terminara su primera gran obra y se la pudiera mostrar. Y pudieran despertar juntos dentro de aquella catedral.

Cuando terminó de colocar la última piedra, el joven aprendiz de arquitecto acudió al encuentro de su musa, ilusionado como un niño que sale del colegio llevándole a su madre un posa-velas de cerámica.

Cuan grande fue el desengaño del joven aprendiz de arquitecto cuando descubrió que su musa ahora se despertaba al lado de un constructor de torres de cerillas y había perdido todo su interés por las enormes y barrocas catedrales góticas.



Fueron dos las heridas que sufrió el joven aprendiz de arquitecto:

Una en su inseguridad. ¿Como se sostendría ahora que su musa le había abandonado?

La otra en su vanidad. ¿Como podía ser que su musa prefiriese iluminar un vulgar constructor de torres de cerillas pudiendo regalar su luz a todo un arquitecto de catedrales góticas?

Las sabias palabras del maestro de la logia fueron reveladoras:

"El destino de toda musa es abandonar a su artista cuando este ya ha encontrado fuerzas para enfrentarse a su obra."



Así pues, el joven aprendiz de arquitecto asumió la pérdida de su musa, pero ahora a su alma le atormentaba una nueva inquietud:

¿Debía buscar nuevas musas o aprender a crear sin necesitarlas?

Como no obtenía respuesta, el joven aprendiz de arquitecto decidió dejar de preguntarse y dedicarse a lo que mejor sabía hacer:

Empezó a construir una nueva catedral.





Ilustraciones de Seiichi Hayashi

5 comentarios:

David Sánchez dijo...

he conseguido ver un poco más, justo cuando se van a despelotar se me corta!

Anónimo dijo...

Brillante . Exquisitamente maravilloso.



De verdad te lo digo. Riete de los cuentos suf�s, de Cohelo y de todos.
Este texto es una bestialidad.

Anónimo dijo...

la de arriba soy yo. La del posa velas de cerámica, claro.

Prisamata dijo...

Davidin, eso es censura...

si te asomas a mi otro blog, el blog del corto, http://dibujodedavid.blogspot.com , verás que hay un pase en Barcelona esta semana (suponiendo que seas de Barcelona)

Miss g, gracias, sospechaba que no te iba a gustar, pero veo que me he equivocado. Hablando de sospechas... Si le echas un vistazo al texto de la embarazada comprobarás que no tiene nada que ver con lo que sospechas y puede que incluso te mole. Sospecho.

Anna dijo...

a veces...
solo a veces...
és el artista la que abandona a su musa, porque solo le importa su obra, la musa la puede haber inspirado, pero desprués sigue con su obra, se mete tanto en ella que la musa passa a ser un segundo plano que se ve lejos y borroso...

me ha gustado mucho.

un petó.
Anna